Miles de personas aterrizaron en la céntrica puerta del Sol de Madrid tal que un martes por la tarde. Convocados esa misma mañana a través de las redes sociales, llegó la hora y allí se plantaron para sorpresa de los de arriba, los de abajo y de ellos mismos.
Los promotores de la propuesta daban entonces la bienvenida: "Somos demasiados pero nadie sobra. Falta mucha gente y la queremos aqui que luego si no somos pocos y nos pegan". Estaban desbordados. Nunca pensaron que su convocatoria tendría tal acogida. A las 21:00 horas Sol había sido conquistado por miles de indignados que decidieron, finalmente, salir a la calle para expresar su malestar contra las injusticias de un sistema del que comienzan a sentirse víctimas.
"No tenemos casa nos quedamos en la plaza", comenzaron a gritar pronto los allí congregados bajo la antenta mirada de los once furgones de policía que velaban por el correcto mantenimiento del orden y la seguridad en la zona. "Toda españa en tienda de campaña" porque "no estamos en Facebook estamos en la calle", corearon los manifestantes.
Una vez más, las redes sociales han jugado un papel clave en la organización de un encuentro que ha terminado por ser multitudinario. A las 23:00 horas la gente seguía allí. Nadie quería marcharse a casa. Quizá porque todos estaban igual de hartos y, al mismo tiempo, tenían la certeza de que algo estaba pasando, algo que no iba a volver a repetirse.
Entonces comenzó a organizarse la historia. Se repartió la gente en comisiones y los grupos, gestinándose en asambleas, empezaron a trabajar. Ideas, debates, turnos de palabra y manos levantadas para expresar asentimiento o no.
Mientras tanto, el campamento se levantaba. Lonas, tiendas de campaña, sacos de dormir, agua, comida. "A partir de ahora nuestro color distintivo es el amarillo. Amarillo como el sol porque un nuevo sol nace en Sol", anunció una de las responsables de la comisión de Arte.
Todo el mundo quería aportar algo. La gente tenía ganas de hablar. Pero si en algo se ha insistido desde la organización ha sido primero en no beber para evitar ser vistos como un "botellón" y, segúndo y más importante, en la "resistencia pacífica". "Somos la palabra, no queremos valientes. Que nadie se enfrente a la policía. Resistencia pacífica. Nuestras armas son las manos", se ha insistido una y otra vez.
Así que finalmente si, no se fueron. Algo se ha despertado y nosotros no nos vamos. Esta noche se ha tomado la plaza en Madrid y en muchas otras ciudades de España. No son delincuentes ni gente sin criterio. Son ciudadanos, un conjunto de individuos que no está vinculado a ningún partido u organización política. Son personas que han decidido salir a la calle para reivindicar unos derechos que se les quieren arrebatar.
Una noche es una noche. Esta noche, al contrario que ocurriera la anterior, la Policía ha decidido mantenerse al margen y no desalojar el asentamiento. Pero los indignados dicen que "esto no es cosa de un día" y que "la revolución ha comenzado". Quieren más. En la calle, en las redes y, a partir de esta noche, en www.tomalaplaza.net . Y dicen que se quedan en la plaza hasta el domingo, día de eleciones en España.
No piden voto para nadie, ni dinero, ni regalos. Quieren democracia real, control de los grandes agentes económicos, política fiscal para reparto de la riqueza, política económica para el bienestar de todos, pensión digna y derechos laborales, control y disminución del endeudamiento de las peronas, derecho a la vivienda y derecho a la movilidad y a la ciudadanía universal.
Ahora o nunca. Es el momento. Indignez-vous!
Madrid, Acampada Sol. No nos vamos. Madrugada del 18 de mayo de 2011 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario