"Sin miedo, con muchas ganas. Esto nos va a durar días". Y, de momento, la cosa sigue. Varios miles de indignados como ya se les denomina en algunos medios de comunicación han vuelto a congregarse en el corazón de Madrid, frente a la puerta del Sol, para demandar cambios.
Y desde allí han hecho el anuncio de la tarde: se convoca una manifestación el sábado 21 de Mayo, jornada de reflexión previa a las elecciones del domingo: "Como no pertenecemos a ningún partido político no tenemos por qué hacer ningún tipo de reflexión. Son ellos los que tienen que hacerla".
"Nos piden un programa político los que se saltan sus propios programas políticos. Nos piden trasparencia quienes nunca nos han preguntado ni contado nada. Nos piden propuestas quienes tienen milllones, a nosotros, que solo tenemos carpas y cartones ¡porque tenemos el poder!", ha destacado un miembro del grupo claramente en alusión a las críticas de las últimas horas que han hecho hincapié en que los participantes de la acampada no tenían objetivos claros ni definidos.
No solo eso. Otro de los portavoces de la manifestación ha querido explicar por qué consideran que en el Parlamento no se hace política y que allí, en la plaza, si que la política está teniendo lugar. "No se hace política en el Parlamento porque allí solo se acata lo que dicen los bancos. Es aquí donde se hace política porque decidimos en asamblea. Nos estamos organizando sin líderes, con asambleas, la plaza es nuestra hasta el fin de los días".
Y así, en medio del aplauso general, los encargados de lanzar las consignas desde el centro de la plaza han animado a los congregados y les han resaltado la importancia de conseguir repercusión a nivel mundial: "Nuestra responsabilidad es internacional. ¡Asumidla! ¡Comienza la revolución social! En París ya hay acampada".
Más aplausos y gritos de aprobación han seguido al anuncio de que, según las informaciones de los acampados y a falta de confirmación gráfica, corre el rumor de que ya se planean acciones similares en Berlín, Bruselas, Birminham y Buenos Aires.
Sol se mueve, resiste. Se siente bajo la mirada del mundo entero e insta al resto de ciudades española a tomar sus respectivas plazas para mostrar su apoyo a la movilización que desde hace días se viene defendiendo: "Estamos hartos de que los abuelos estén solos, de que los padres no tengan trabajo y de que los jóvenes estén en paro".
Así, a pesar de la prohibición de la Junta Electoral de Madrid para la celebración de la acampada, los allí congregados aseguran que no se moverán, que continuarán su protesta pacíficamente invitando a todos los asistentes a no consumir alcohol y a no ensuciar el lugar. Todo ante la atenta mirada, una noche más, de una decena de furgones policiales que observan el espectáculo sin hacer nada.
Compañerismo entre los congregados, diálogo y muchas buenas intenciones. A pesar de la lentitud de la toma de decisiones derivada de la dicusión en asamblea, poco a poco la cosa va avanzando.
Ahora queda la noche. Veremos de lo que son capaces jóvenes y mayores que juntos estos días, desde el centro de la capital española, han decidido aunar voces para gritar a los políticos no solo de España sino del mundo entero que ya están hartos.
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